martes, 1 de septiembre de 2009

Felicidad VS Tristeza

Llevo todo el verano leyendo, (sorry por la publicidad gratuita) el suplemento veraniego de El periódico “ El cuaderno”, donde día a día, hacían entrevistas a algún personaje.


Era una entrevista con X preguntas ya establecidas, y una de ellas, era “¿Existe la felicidad? ¿Podría explicar esa palabra a un niño de 8 años?” acompañado de una fotografía donde el personaje salía con una pizarra donde podía expresar su felicidad en ella.

Las ha habido de todos los colores, Un bebé en camino, un trabajo, donde creció…. Pero, la que más me llamó la atención fue la respuesta de Juan Luís Cano (gomaespuma) que decía:
- “Claro que existe, pero como un estado de ánimo positivo de la vida. La felicidad se limita a breves instantes que dejan una estela que termina por desaparecer"; Cuando lo leí me hizo pensar, pero hoy no hago más que darle vueltas.


Creo que coincido en la idea de que la felicidad sea algo efímero, un segundo… ZAS! Tiene un subidón que denominamos felicidad y este estado da pie a una serie de consecuencias que ayudan a que uno puede esté bien, esté contento por periodo de tiempo indeterminado, pero los momentos felices, en si, son puntuales.


Y aquí mi “come-come”, si la felicidad es un estado efímero, ¿por qué a la inversa no es reciproco? Cuando a uno le invade la tristeza, no es un momento puntual, todo lo contrario…. Este sentimiento también deja su estela, que evidentemente no es tan dulce como la anterior, pero además no tiene un momento de “subidón”. Por lo contrario esos momentos amargos, ese dolor… no son un leve pinchazo en el corazón…es más extenso. Ese periodo es prolongado.


Debemos ser positivos y disfrutar de la felicidad bien sea efímera o no. Pero OJALA la tristeza fuera equiparable, ya que uno se pueden sentir feliz a rabiar, pero nunca (y perdonad la expresión) ¡EXPLOTA DE FELICIDAD! , nunca se muere de felicidad, etc. Pero cuando la tristeza pica a tu puerta si pueden ocurrir cosas así.

Quiero decir que ha fallecido un amigo mío de una manera trágica y que a parte de la tristeza que me embarga por la perdida, sufro al pensar en como puedo ayudar a su mujer, a su familia…. Siempre he pensado que cuando perdemos a alguien querido somos egoístas, pues ellos ya no sufren ni padecen, somos nosotros los que nos sentimos mal, por no poder disfrutar de nuevo de él o con él, de nuevo, por la certeza de que le extrañaremos, por los recuerdos….. Pero en este caso eso no me reconforta. Supongo que eso sirve mientras sea alguien de una edad mayor, con una vida llena de vivencias… mientras Salva solo contaba con 30 años.

Como último, decir que debemos vivir cada día con la intensidad de que pudiera ser el último, y aunque como me han dicho esta mañana, debe ser cosa del destino cuando te toca, te toca, quizás puedes zafarte, pero es solo posponer lo inevitable, así que disfrutemos de lo que tenemos y luchemos sin temor por lo que queremos.


1 comentario:

Vicky dijo...

La pena es incomparable a la felicidad, la pena te deja hundido en un pozo sin luz, sin respiración, sabes que tu cuerpo esta funcionando por que el corazón sigue latiendo, pero en realidad el mundo se para, la pena hace que desees desaparecer de este mundo tan cruel.

Pero, lo duro, es el después, tienes que continuar, y tienes que recuperar fuerzas, y afrontar esa perdida irrecuperable.

Siento lo de tu amigo, para mi el 19 de este mes seran dos años sin mi hermano pequeño, y hoy despues de hablar contigo, me he dado cuenta que nunca, nunca, me recuperaré. Por mas que me piense que ya estoy bien, no lo estoy, mi cuerpo se desvanece y me convierto en un ser diminuto al pensar en lo ocurrido. Pero tengo que vivir con ello, y aparcarlo para que me deje respirar y pueda intentar ser feliz.

Creo que la felicidad existe, creo que en esta vida nos pone a prueba, y nos hace pasar tiempos malos, pero hay otras cosas buenas, y no tenemos que agarrar a esas para poder INTENTAR SER FELICES.

Ánimo, intenta ser fuerte para ayudar a la mujer de tu amigo y siempre mantente a su lado por si te necesita.

Un abrazo muy fuerte,